martes, 26 de noviembre de 2013

Carta de un profesional sanitario pensando en el exilio



Hola mundo, cuando en 2005 decidí estudiar auxiliar de enfermería teniendo en cuenta que no me veía capacitado en ese momento para afrontar una carrera de la envergadura de la de enfermería tenía claro que iba a seguir aquella frase que me decían mis entrenadores de atletismo: “ en el 90% de los casos la gente no puede trabajar de lo que estudia por lo menos disfruta estudiando”, y eso hice yo tarde más de lo que me hubiera gustado pero al final con esfuerzo en junio de 2008 conseguí obtener mi tan ansiado título de: Técnico en cuidados auxiliares de enfermería.

Creía que se me abría un mundo nuevo con inmensas posibilidades laborales, pero no, ay! iluso de mi elegí trabajar en una profesión dominada por las mujeres y en la que cuesta un mundo hacerse un hueco si eres hombre, con esto no quiero que se me ataque por decir algo sexista porque no lo digo con esa intención sino con la necesidad de que tanto en esta como en todas las profesiones del mercado laboral exista una igualdad plena entre sexos.

Desde junio de 2008 he trabajado un total de 8 meses y algunos días en mi profesión en periodos discontinuos, la verdad es que me he sentido afortunado en esas oportunidades que he tenido de demostrar mi valía como profesional sanitario.

Ahora bien, últimamente vengo leyendo algunos artículos de gente que se asombra por el hecho de que muchos profesionales sanitarios españoles (sobre todo enfermeros y auxiliares de enfermería) se están marchando a trabajar fuera a países como Alemania, Francia o Gran Bretaña cuando en España hacen falta todavía más profesionales de los que ya hay trabajando en los diferentes hospitales y centros sanitarios españoles, y lo escriben verdaderamente asustados en algunos casos por este éxodo que no se debe a otra cosa que al hecho de que las condiciones laborales de los profesionales sanitarios no hacen más que empeorar por medio de los recortes presupuestarios y en material, para así intentar convencer a la población de que los recortes se hacen buscando criterios de eficiencia y para purgar el sistema de parásitos laborales (si, esta afirmación la he llegado a oír yo de boca de algún político). El problema es  que si recortan en material y personal que no reponen habiendo tanto buen profesional en el paro, lo que termina por ocurrir es que el personal sanitario restante no es capaz de abordar las elevadas cargas de trabajo a las que se ve sometido y con ello termina incurriendo en malas prácticas asistenciales y sobre todo en una incorrección de comportamiento con el paciente debido al cansancio físico que supone tener que asumir cargas de trabajo hasta el triple de lo recomendable para ese puesto.

Con este tipo de cosas lejos de conseguir que la población vea lo malos profesionales que hay en la sanidad española y que por eso se deben hacer los recortes lo que se está consiguiendo es una unión de la población española con los profesionales del sector sanitario.

En conclusión los sanitarios que se van a otros países en muchos casos se van obligados para poder subsistir con una profesión que con tanta ilusión prepararon y dedicaron innumerables horas de estudio y todo por culpa de unos dirigentes nada preocupados por conservar la valía personal y la calidad asistencial, asi que señores y señoras no nos asombremos cuando nuestro familiar sanitario sin empleo nos diga que se va a Alemania o a Francia porque allí a encontrado un empleo digno con el que ganarse la vida trabajando de lo que estudió, buenos días a todos.

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